Cuando Lorena se
marchó, su marido la observó a través de mí: como salió del portal, cruzó la
calle y se subió a un coche desconocido. Él no había dado la luz; miró a
oscuras y en silencio. Los tacones de ella dejaron de resonar, el motor del
coche no arrancó todavía, y él se acercó hasta apoyar su frente en mí. Su piel
estaba cálida y su aliento formó un círculo casi perfecto de vaho en mi
delicado cutis transparente. Desde entonces me he ido llenando de huellas de manos infantiles porque los chicos nunca usan el tirador para abrirme.
Otras ventanas se abren en el blog de Gaby...
¿Por que se habrá ido?
ResponderEliminarMenos mal que la ventana nos lo ha contado con sus ojos transparentes.
ResponderEliminarCurioso todo lo que nos cuenta la ventana.
ResponderEliminarBuenas tardes, Dorotea:
ResponderEliminarFelicidades, es un cuento muy bien narrado. Necesité leerlo una segunda vez para comprender la personificación; ¡y eso que queda muy claro desde el momento en que escribiste "la observó a través de mí"!
Un abrazo, Dorotea.
Me gusta el relato contado siendo ventana...
ResponderEliminarQuizá se fue la alegría de la casa, puede que quedaran sumidos en la tristeza y ya no les interesara sentir la brisa fresca...
Muy bonito el relato, mueve la imaginación.
Mil besos
Me gusta el sentir de la ventana, otro buen punto de mira.
ResponderEliminarBesos Dorotea.
Una pena para esos niños; pero nunca sabremos porqué se fue.
ResponderEliminarRelato intrigante.
Un abrazo
Muy original perspectiva la que eliges para encarar tu relato: la de la propia ventana que nos va dando pistas de la historia que se relata.
ResponderEliminar=)
Un abrazo
Muy buena idea la de contar la historia desde el punto de vista de la ventana! Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso
Me encantó el enfoque que le diste a tu relato! La mismísima ventana narrando su historia. Buenísimo Dorotea, creo que te has lucido por lo original, además de tan bien narrado micro.
ResponderEliminarBesos y gracias por acompañarme en esta convocatoria!
Gaby*
Que interesante queda el relato contado a través de la propia ventana, su mirada de las innumeables vidas que pasan junto a ella o a traves de ella, tiene un regusto mágico y encantador. Me gustaron mucho esas manos infantiles manoseando el cristal.
ResponderEliminarUn abrazo
Quizás la ventana tenga la respuesta del porqué se fue... pero la borran las huellas de los niños.
ResponderEliminarBesos
Y tal vez un día frío él escriba sobre su fría piel de cristal: "Te extraño"
ResponderEliminarPrecioso tu relato, sobre todo por como encaraste el tema de la ventana.
Un beso!
Abordar el relato haciendo de narradora a la ventana es una idea genial, que triste relato, no solo lo abandonó a él si no ¿también a los niños?, no me cabe en la cabeza, en fin, cuantas cosas podrían contarnos las ventanas, miles de besossssssssssssss.
ResponderEliminarAbordar el relato haciendo de narradora a la ventana es una idea genial, que triste relato, no solo lo abandonó a él si no ¿también a los niños?, no me cabe en la cabeza, en fin, cuantas cosas podrían contarnos las ventanas, miles de besossssssssssssss.
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