lunes, 10 de mayo de 2010

EL PORTAZO


Había perdido la memoria. Estuve dos días andando por casa sin saber para quién cocinaba y no debí hacerlo a su gusto, porque el hombre apenas comió y después de la cena del segundo día salió dando un portazo. Recogí la mesa mientras intentaba recordar dónde había que guardarlo todo, y esa búsqueda me produjo un cansancio atroz. Al final no tuve fuerzas para seguir y me senté en el suelo. Observé cómo las aristas de los armarios se perdían en la penumbra del techo igual que las esquinas de un edificio. Cuando mi cuerpo me pidió instrucciones para respirar, no supe dárselas, ni pude mantener mi cabeza en equilibrio y me fui tumbando. En un movimiento reflejo extendí una mano y tanteé algo duro que asomaba debajo de un mueble, justo al lado de mi cara. Mis dedos tiraron de ello y sacaron un envoltorio desgastado que se abrió solo. Algo se desparramó en las baldosas grises sin fregar. Empecé a respirar más hondo y como la postura era incómoda me volví a sentar. Agarré la carpeta con ambas manos y encontré en su interior mi nombre y la hora de volver al trabajo, imágenes de un viaje en coche, el mar y el bosque, la satisfacción de escribir historias y pintar cuadros, incluso la cara de mi hijo que estaba de vacaciones, pero nunca supe quién era aquel que se fue dando un portazo.

7 comentarios:

  1. Se ve que no era nadie importante. Todo lo demás que había en la carpeta, sí.
    Qué poco te prodigas, Dorotea, pero siempre vale la pena la espera.
    Un beso.

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  2. Angustiosa soledad la de esa mujer que ni siquiera sabe a cierta cierta quiénes ni quiénes son los que la rodean.
    Ojalá se encuentre pronto!...será el comienzo para amarse más.

    abrazos.

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  3. Una angustia que no se desea a nadie .

    Besos desde Málaga.

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  4. ¡Qué bueno! Has creado un ambiente psicológico, perfecto. Mis felicitaciones.


    besos

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  5. me gusta me gusta y much0 esta hist0ria...
    mi9entras leia, dejand00 el final, a que n0 habia llegad0, me pensaba y0 para mi...que suerte n0 rec0rdarse...al men0s tamp0c0 se acuerda un@ de si han dich0 que la c0mida esta mal...pues nadie suele agradecer al c0ciner@...mas, ya leid0 t0d0...ya leid0 t0d0...mira, tu p0r d0nde, d0r0tea, que tambien me gusta...¡¡¡que suerte la de disfrutar de un h0mbre 0 d euna mujer y que este-a se vaya c0n vient0 fresc0¡¡¡
    en el f0nde, asi l0 ve0 y0, es una suerte...
    y quiza que desgracia v0lverse a rec0n0cer...
    sabes, muchas veces he pensad0 que suete tienen aquell0 que padecen de 0lvid0¡¡
    medi0 bes0.

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  7. Es tremendo quedarse perdida en la nada, no saber quien eres, a que corresponde aquel escenario que en otro tiempo era la vida cotidiana. No recordar nombres ni hijos, sentir como tu mente se desconecta del universo para vagar a la deriva. Bonito relato y punto de reflexión estremecedor.
    Gracias por tus deseos para la salud de mi niña. Y un fuerte abrazo.

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