jueves, 26 de julio de 2018

LA SOLEDAD DEL ENFERMO MENTAL






Siempre andaba sola, todos teníamos disculpas para no acercarnos a ella. Maricruz era vecina mía, una tiarrona con hombros musculosos y pechos bamboleantes apenas tapados por ropa inadecuada. Tenía un trastorno mental que la inducía al abandono y a la suciedad. Andaba por los pasillos del bloque y por la calle gritando palabrotas y sacudiendo el puño. Era la esposa despreciada de un conocido abogado madrileño y titular de un considerable capital en acciones y bonos de estado. A pesar de ello malvivía en uno de los apartamentos de su propiedad, situado en el centro de Torremolinos, con vistas al mar, costra de huevos estrellados en el techo, mobiliario desgastado e inservible, y puerta siempre abierta por la que nadie osaba entrar.

A principios del mes el cartero le traía grandes sumas de dinero –que en las pesetas de entonces parecían mayores todavía– que gastaba sin ton ni son. Tenía cuenta abierta en los comercios importantes del pueblo; sin embargo a partir del día diez solía hurgar en la basura y mendigar tabaco de puerta en puerta.

Dos veces al año recibía la visita de su remilgado hijo de Madrid que la llevaba a un hotel de lujo para hacerla desparasitar, bañar y que le cortaran el pelo. Luego la engañaba con ayuda del portero para que firmase talones y otros documentos.

Los niños mayores de la urbanización solían asustar a los pequeños enseñándoles detrás del bloque de apartamentos una tapa de piedra algo desviada de su marco. Según ellos, ahí la loca había enterrado a un niño al cual había matado.

Los adultos nos reíamos de esa historia, pero se nos ponía la carne de gallina cuando se comentaba que la locura de la vecina se agravó a la muerte de su madre que vivía con ella. No avisó a nadie y compartió el apartamento con el cadáver hasta que el olor hizo que los demás  llamaran a la policía. Su propia desaparición fue por el mismo estilo... Murió sola como vivió los quince años que yo la conocía. Descanse en paz, Maricruz.


Otras situaciones límite se describen en casa de Inma.

6 comentarios:

  1. Cuantas vidas han alcanzado estas notas que han quebrado su mente como un fino cristal...ojala y ahora pueda descansar...

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  2. Como decimos aqui, malviven dejados de la mano de Dios, son los ricos arruinados (asi es como se denomina la locura) tantos y tantos, se cerraron manicomios pero no se crearon recursos que los sustituyeran. Muy buen relato, gracias por participar, besos.

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  3. ¡Qué pena, de verdad que en estos tiempos donde parece que tenemos de todo no siga sobrando el egoísmo y la soledad!

    Un beso enorme.

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  4. Pobres seres atrapados en su propio infierno del que nadie quiere o puede ayudarla a salir! Terrible historia.
    Un abrazo

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  5. Seres atormentados en su aparente exilio de la vida y de sociedad. Esas personas hoy en día se ven menos, aunque los psiquiátricos tienden en tenerles ingresados lo menos posible. Es un atipo d enfermedad incomprendida y cruel

    Una pena. Buen texto, real o no. Un saludo

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  6. Un relato casi de terror al estilo de Stepehn King.

    Enhorabuena.

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