UN VIAJE CON POLO
-En mis tiempos, -dijo Marco desde el otro camello- nadie viajaba por placer sino por obligación. Había países que descubrir, rutas que establecer, ordenanzas reales que cumplir...
-Alguno también iría por lo de la aventura, -se me ocurrió decir entre dientes, medio mareada por los movimientos de mi camello que además estaba cojo.
Marco soltó una carcajada.
-¿Aventura? Bastante aventura era sobrevivir en tu patria chica, entre brotes de la fiebre amarilla y la falta de higiene. La gente se perfumaba en lugar de bañarse, los dientes podridos te mataban y tu aliento apestaba...
-Pero tú fuiste a sitios donde nadie había estado, ¿no?
-Ningún europeo quizás, pero ahí había culturas milenarias en auge y en declive, y costumbres tan extrañas como eran las nuestras para ellos. Sus mujeres eran de una belleza distinta; sus "caballos" tenían joroba y la siguen teniendo aunque a ti no te guste.
Me enderecé indignada y perdí el poco equilibrio que me quedaba. ¡Qué lejos estaba el suelo!
Marco tendió una alfombra de silla a silla de nuestras monturas para darnos sombra y se sentó a mi lado. En el calor de la tarde el tufo de los animales se mezclaba con otros olores; el desierto nos rodeaba con ocres y sienas, y al besarnos nuestros labios agrietados sabían a sangre. Las manos del explorador invadieron mi cuerpo descubriendo territorios, despertando consonancias y conquistando mi piel en profundidad con imprevisibles reacciones.
Ningún viaje posterior me volvió a llevar tan lejos en el tiempo ni me condujo tan dentro de mi.
Un viaje colmado del espíritu aventurero que hoy no sobra.
ResponderEliminar=)
Un abrazo
Buena historia. Seducida por Marco Polo, ¿Y quién no querría?
ResponderEliminarUn abrazo
Todo viaje tiene su toque de aventura, buenisimo el giro del final, sucumbiendo a los encantos de Marco Polo. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarcomienza como un viaje fallido, caluroso, en camellos incómodos... luego culmina en pasión, placentero... y todo en un relato corto, cortísimo... o así lo parece por lo rápido que se lee... saludos!!!
ResponderEliminarah y excelente la idea del relato de esta semana!! muy bien 10.... besos!!!
EliminarUn viaje a una época, la de Marco Polo, en la que la ruta de seda permitía que pocos, valientes y ambiciosos, pudieran conocer los mundos antiguos más civilizados pero igual de crueles.
ResponderEliminarMuy interesante ese abrazo íntimo bajo la sombra improvisada. Esos viajes al interior de las pieles,, pueden ser recordados, sin fotos, por siempre jamás. Muy bueno. Un abrazo
Yo también me fui al Medioevo con tu propuesta. Me encanta que justo hayas elegido a este personaje
ResponderEliminarque viajó por la Ruta de la Seda. Muy gráfico tu viaje en camello o, mejor dicho, dromedario.
Además me gustó muchísimo esta convocatoria. Me gusta siempre lo que une tiempos, personas, culturas.
Besos
Un viaje con un experto viajero. Un relato con seducción.
ResponderEliminarUn gran aporte para tu jueves.
ResponderEliminarUn relato aventura y nada mas con Marco Polo! LO he disfrutado al máximo. Buena elección.
Un personaje que admiro y es mi preferido. He visto y leido películas y libros.
Abrazo!