HISTORIAS DE LAS ESCALERAS DE MI VIDA
Un escalón de piedra en la penumbra que baja al lavadero,
sumergiéndose en una densa burbuja de jabón y humedad.
Dos escalones de madera reseca llena de grietas
que hacen bailar motas de polvo apasionadas.
Tres escalones en curva pulidos como la seda
por doscientos años de roce de suelas.
Cuatro escalones combados y quejicas de madera negra
que tiemblan aunque nadie los use ya.
Cinco escalones de mármol blanco con vetas grises y rosas
invitando al vals de reyes y princesas.
Doscientos escalones de hierro forjado
que guían en espiral hasta lo más alto de la torre.
Sigan escalando con María José
Me encantó esa descripción de tus escaleras, son de lo más variado.
ResponderEliminarUna sescaleras con enormes metáforas. Un gustazo leer esta composición que acaba en doscientos escalones, ni más ni menos. Pero desde la torre la vistas serán inmensas.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas escaleras diferentes, pero solo una para subir al cielo.
ResponderEliminarAbrazos.
La tuya es una escalera vital de
ResponderEliminarlo más variada, como la vida misma.
Besos
Los hay de todo tipo y todos sirven para contar muy interesantes historias. Un abrazo
ResponderEliminarLos peldaños de las escaleras son como la vida misma cada uno de ellos son como los años, en cada etapa tenemos acontecimientos diferentes. Un original texto.
ResponderEliminarAbrazos y feliz noche.
Unas escaleras originales y variadas.
ResponderEliminarBesos.