Lazos de acá, raíces de allá, en medio el intento de fijar con palabras, pinturas y arcilla, impresiones y momentos para recordar y compartir.
viernes, 22 de junio de 2018
DULCE VENGANZA
DULCE VENGANZA
El auténtico protagonista del partido, el cuero pataleado, ese balón de piel cosida da volteretas por el campo. Apenas se escapa de un puntapie cuando otro zapato lo alcanza y lo hace rebotar. Al rato la esfera maltratada busca una salida, aprovecha la patada siguiente, y dibujando una trayectoria elíptica se eleva hacia la luz de los inmensos focos. Durante unos segundos logra liberarse así de la persecución, solo el aire la toca y la bola respira, su piel cuarteada se dilata... pero ya desciende de nuevo hacia el suelo que vibra sacudido por la manada de deportistas que la acechan: cuerpos musculados, entrenados y mimados como caballos de pura sangre; estrategas cuyos cerebros conectan exclusivamente con su aparato locomotor. Siguen los pases, engaños y empujones, los golpes y la caza del cuero hasta que frente a la portería el crack futbolístico de turno lanza el toque final. Entonces ocurre lo inesperado: el guardameta roza el balón con sus guantes, lo desvía, no consigue sujetarlo y el rebote lo hace chocar contra la cara triunfante del delantero estrella. Lo retiran del campo, otro ocupa su lugar y de nuevo se levanta la veda.
Dulce venganza la del balón pero ¡qué poco le ha durado!
Un relato futbolero diferente, con toques de humor. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buena tu aportación me ha gustado mucho, sobre todo que le hayas dado el protagonismo al balón.
ResponderEliminarMe encanto ésta original manera de narrar un texto futbolístico, desde el punto de vista de la pelota. Muy original e ingenioso. Un abrazo 😊
ResponderEliminarDulce venganza del balon, el principal protagonista de cada encuentro. Muy interesante perfil. Un abrazo
ResponderEliminarQue original ese punto de vista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho que dotaras al balón de emociones, de la capacidad de odio y de venganza hacia aquellos que de una forma tan bestia lo maltratan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ya con el titulo el texto lo tiene ganado. Buenisimo
ResponderEliminarQué bonito y original relato :)
ResponderEliminarSí, pobre balón, qué poquito le duran sus venganzas...
Muchos besos.