¿De qué están hechas las heroínas? Las auténticas, de carne y hueso; las ficticias, de papel, óleo y mármol... Endiosadas, estas últimas representan virtudes o hazañas imposibles de igualar: Elizabeth Bennet (Orgullo y Perjuicio) encanta desde hace 200 años al mundo de los lectores, La Gioconda se sonríe a través de los siglos con misterio y belleza inalterables y la Venus de Milo simboliza al cuerpo perfecto aunque no tenga brazos.
Por el otro platillo de la balanza transitan sin parar personas como tú y yo... ¿o tienen algo más? Pensemos en todas las mujeres que vencen día a día las adversidades, las penurias y la falta de amor que aqueja a nuestro mundo. ¿Madres? Claro que sí, pero también hijas y nietas, juezas y maestras, presas y vecinas.
La condición femenina está marcada por la creatividad más física, la de dar vida, seguida por la necesidad de conservar y mantener esa llamita misteriosa. Quizás no poseamos tanto la capacidad de componer música inmortal pero sí la de re-componer cosas y almas astilladas, juntar piezas para que una situación desastrosa vuelva a tener sentido y alguien pueda seguir su camino.
Heroínas, grandes y menos importantes, mujeres de a pie, anónimas a nivel público pero con nombre y apellido para los que hayamos tenido la suerte de conocerlas. Mi madre, Käthe Fulde, fue una de ellas.
Heroínas de a pie, cuanto les debemos, nos lo han enseñado todo, no las defraudemos. Un abrazo
ResponderEliminarMerecido homenaje para tantas mujeres valientes que han dejado huella pese a seguir en el anonimato, o casi. Gracias por recordarlas. Un abrazo
ResponderEliminarPara cualquier hijo, bien nacido, su madre siempre es una heroína.
ResponderEliminarParo hay muchas más, que desgraciadamente suelen estár en el anonimato y que a veces suelen recibir la medalla de la incomprensión y el desprecio.
Besos.
Grandes mujeres han pasado por nuestra vida y siempre es maravilloso rendirles un homenaje.
ResponderEliminarUn abrazo
Como para ti mi madre es mi gran heroina, no veas con todo lo que le toco lidiar...incluso con alguien como yo inconformista y rebelde. Precioso homenaje el que rindes a tu madre, quien por cierto era preciosa, besos.
ResponderEliminarPrefiero a los héroes y heroínas del día a día, cercan@s. Con sus virtudes y sus defectos pero que siempre están ahí, para cuando l@s necesitas.
ResponderEliminarBonito homenaje. Gracias por tu reflexión.
Un abrazo.
Una heroína personal, como la de tantos!, momento para recordar
ResponderEliminarAbrazo Dorotea
Nadie mejor que una madre, esa si que es un heroína.
ResponderEliminarBesos.
Un merecido reconocimiento a tu heroína particular que en este caso es tu propia madre. Tienes razón en lo que dices, hay heroínas que aunque merecidamente lo fueran en su día a nosotros ya nos quedan muy lejos, sin embargo, tenemos mujeres a nuestro lado que también lo son y muchas veces quizá no sepamos verlo.
ResponderEliminarUn beso
Es un homenaje precioso para todas aquelles heroínas, y en especial a tu madre.
ResponderEliminarUn abrazo
Las verdaderas heroínas son como bien dices las que caminan y se esfuerzan día a día en sacar su familia adelante con gran esfuerzo pero ahí están nunca nos fallan ,
ResponderEliminarMe gusto tu relato .. te deseo una feliz semana buenas noches y un abrazo
Tus heroinas son como las mias, de andar por casa.
ResponderEliminarBesos.
Esas son las verdaderas heroinas.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión, con un pero, parece demostrado que la mujer tiene tanta capacidad artística, o musical en concreto, como el hombre.
ResponderEliminarBesos. Me alegra volver a leerte.