Sentí una sola caricia tuya, nada más que una, para recordar para siempre el roce de tu mano. Un solo vistazo de tu espalda desnuda me dejó con la resaca de una relación nunca iniciada.
Tu voz supo envolverme y la seguí escuchando horas después de que acabaras la lectura de una poesía no escrita por ti ni pensada para mí.
Desde entonces invento situaciones amorosas irreales que me sirven de andamio para subir la cuesta horaria de todos los días. Y aunque no vuelvas a mirarme nunca, te recuerdo como experiencia vivida en plena madurez.
La cita de los Puentes de Madison llegó tarde para mí.
NO QUIERO NECESITARTE PORQUE NO PUEDO TENERTE.
Me ha gustado lo que cuentas y como lo haces, ese sentimiento, esa melancolía.
ResponderEliminarCreo que está perfectamente ajustado a la frase que lo inspira.
Besos.
Intenso. Vívido. Muy real, convincente. Siento que es tu corazón el que habla.
ResponderEliminarMe encantó.
Un fuerte abrazo
Ufff... ya la frase es fuerte, pero lo que describes lo es aún más.
ResponderEliminarMe llegó, mucho mucho.
Un beso.
Que triste tener que llegar a esta conclusion, pero cuando amas sin ser correspondido no queda otra....precioso.
ResponderEliminarQue triste tener que llegar a esta conclusion, pero cuando amas sin ser correspondido no queda otra....precioso.
ResponderEliminarQue triste tener que llegar a esta conclusion, pero cuando amas sin ser correspondido no queda otra....precioso.
ResponderEliminarEs lo que tiene el amor, la verdad. ¿Hizo bien aunque no fuera correspondido? Algo bueno, a pesar de todo, haría.
ResponderEliminarDicen que no se a de echar de menos lo que no se ha tenido. Lo malo es hacerlo propio.
Un beso enorme.
Es una frase preciosa que hasta ahora no ha utilizado nadie y tú has hecho un relato a su altura. Es increíble la cantidad de cosas que dices con tan pocas palabras...qué duro es que un amor no te corresponda!
ResponderEliminarMuchas gracias por participar. Un beso
Hemos elegido la misma frase Dorotea. Yo hablo de la infructuosa tarea de no querer necesitar. La necesidad está ahí y no la mitiga el hecho de no poder satisfacerla. Nos acompañará siempre y solamente nos es dado el aprender a vivir con ella. Corto relato el tuyo, pero pleno de intensidad y contenido. Me ha encantado.
ResponderEliminarCoincidimos en la frase pero desde otra perspectiva muy interesante.
ResponderEliminarBesos
La pérdida de un amor imaginado es mucho peor que la pérdida de un amor real.
ResponderEliminarEl primero se sustenta en la fantasía autoalimentado de situaciones que nunca existieron encadenando y/o condicionando futuras relaciones; mientras el segundo, al disponer de recuerdos reales, se puede valorar y extraer conclusiones que eviten los mismos errores en un futuro amoroso, posible y desmitificado.
Interesante relato.
Saludos.
Y callar, siempre callar como no mereciendo los sentimientos tardíos...ay!!
ResponderEliminarUn beso