Un viaje sin regreso
"Su voz era como un susurro, hablaba y hablaba sin escatimar en detalles. A esas horas de la noche, los pormenores sobre la historia de nuestra familia me adormecían sin poder evitarlo. El abuelo repetía una y otra vez la aventura de aquel viaje en el que una vez en el tren..."
... iba sentado en un
banco de madera incómodo por su altura para un niño de cinco años como él.
Nunca había salido del pueblo ni sabía a dónde iría con su madre. Horas antes,
su padre los había llevado en la carreta a una ciudad cercana. En el camino, los
padres no habían cruzado ni una sola palabra. El padre, con la cara seria y
enrojecida arreaba la mula. La madre sujetaba con las piernas un gran bolso y
no soltaba la mano del niño.
Cuando llegaron a la
estación, el padre cogió al chico y lo puso en la acera dándole varios besos en lo alto
de la cabeza y volvió a subirse al carro. Mientras, la madre se había bajado con
el bolso y enseguida agarró al niño. El abuelo quiso saludar a su padre pero
el carro arrancó sin que el hombre mirase atrás.
Contaba el abuelo que
andando al lado de su madre hacia la taquilla de los billetes, sentía que su cara se iba mojando de agüilla
que le resbalaba por el pelo y caía en la frente. La madre le limpió con su pañuelo,
sonriendo apenas pero intentando consolarlo. Llegado a esta altura de su relato, el
abuelo siempre repetía lo mismo: "Mi madre nunca entendió que esas
lágrimas no eran mías. Nunca jamás volví a ver a mi padre. En la primera
parada, un hombre se sentó al lado nuestro y abrazó a mi madre que –entonces
sí– rompió a llorar."
Otros trenes pasan por la estación de LA PLAZA DEL DIAMANTE
La despedida de un hijo y su padre... uffff... es un relato duro... que aprieta un nudo en la garganta al leerla... Ese adiós es de los que duelen...
ResponderEliminarBesinos!!
Ah! triste historia de separaciones que lastiman aún desde el recuerdo. Muy buen relato, Dorotea!
ResponderEliminarUn abrazo
Muy triste sobretodo por el niño
ResponderEliminarEs una despedida que oprime el pecho...y no deja mucho mas que decir...o al menos no en este momento a mi...
ResponderEliminarun beso
Que triste cuando los hombres deben hacerse los duros a pesar que por dentro se destrozan a pedazos..Sea padre o madre, cuando hay que separarse de un hijo el dolor es tan fuerte que por dentro hay explosiones tan fuertes que se pierden en el silencio...hermosa tu historia a pesar de lo triste...bss
ResponderEliminarMuy triste pero linda tu historia de separaciones. Cuántas veces no pensamos bien las cosas antes de hacerlas y nos pesan toda la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Los niños siempre se llevan la peor parte de las separaciones. Víctimas inocentes de las decisiones de los adultos.
ResponderEliminarUn saludo.
Para un niño hay cosas difíciles de entender, que solo de mayor lo hará. Es triste no ver nunca más a un padre.
ResponderEliminarUn abrazo
Duro... cuándo no podemos dar sentido ni explicación a las cosas, la tristeza se hace insoportable.
ResponderEliminarUn beso.
Lo de las lágrimas en el pelo del niño me ha parecido un detalle genial, para un relato muy bien contado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bien contado y que duro suena este relato. Hay mucha poesía envolviendo la tristeza, como las lágrimas que resbalaban por el pelo del niño.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo
Tremenda historia! Qué bien lo has contado con pocas palabras. Pobre niño, no sabemos las razones por las que no volvió a ver a su padre, pero en cualquier caso seguro que eso le marcó de alguna manera.
ResponderEliminarUn beso
Toca el alma este relato, eriza la piel. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchos besos
Toca el alma este relato, eriza la piel. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchos besos
Toca el alma este relato, eriza la piel. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchos besos
De adultos buscamos explicaciones y nos pasamos pensando en ellas, viendo hasta lo que no hay. De pequeños, todo es un mundo, incomprensible, lleno de cosas que no somos capaces de lograr comprender pero que nos marcan. Esa despedida, sin saber que lo era...
ResponderEliminarUn beso.
La mirada inocente ante una separacion, me has llegado hasta lo mas profundo. Besos.
ResponderEliminarLa mirada inocente ante una separacion, me has llegado hasta lo mas profundo. Besos.
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