El Pozo del Cementerio
Hace décadas que el pozo del cementerio lleva la inscripción "Paz", y lo susurra sin cesar, acompañando el crujir de los pasos en la grava de los senderos y el suave chispeo del agua cuando llueve de las regaderas.
En su pila se reflejan rostros tristes, arrugados por lágrimas y soledades. Queriendo penetrar en el pensamiento de esos hombres y mujeres, los llama el pozo del cementerio. "Paz", gime, sin conseguir que le escuchen. Vienen a llenar las regaderas y limpiar los floreros en silencio y hablan poco entre sí. Cada uno se preocupa por lo suyo, y todos los días murmura el pozo: "Paz", cuchichea; nadie se fija en él.
En los cruces de los senderos, hay piedras macizas que llevan números, pero las ancianas no les prestan atención alguna y los viejos solitarios, armados de bastones y sombreros de paja, no levantan la cabeza. Así pasan por el lado del pozo del cementerio que desesperado suplica: "Paz" y no lo comprenden.
Cuando los sepulcros están arreglados, los visitantes se ponen de pie para rezar otra oración más. A sus espaldas llora el pozo del cementerio. "Paz", gimotea y con sus lagrimas riega las flores.
Al atardecer, todos se van. Salen del camposanto y bajan por la calle. Escondido tras los muros blancos, lloriquea el pozo del cementerio. "Paz", solloza, pero ya están demasiado lejos para oírlo aún.
Más palabras sobre la paz, en el blog de Sindel.
Más palabras sobre la paz, en el blog de Sindel.
Inquietante relato Dorotea, una paz que suplica ser vista, escuchada y cuidada, pero nadie le hace caso, es más ni siquiera se molestan en verla.
ResponderEliminarMuy buen mensaje nos dejas. Un beso enorme.
Un buen relato que representa la PAZ IGNORADA creo yo Dorotea. Me gustó mucho tu relato.
ResponderEliminarEs que escogió demasiada tristeza como para lanzar su mensaje!
ResponderEliminarAcertada la acotación de Lao, que se me adelantó.
=)