(la única carta al director que he escrito en mi vida... enviada en marzo de 2004... y rescatada de un pendrive mohoso...)
Campaña publicitaria de Caja Madrid – Obra Social
“Vergüenza ajena”
Pido perdón a las privilegiadas
mentes de los expertos en publicidad porque no comprendo la razón de ser de una
campaña televisiva que utiliza la imagen dolorosamente entrañable de un chaval
afectado por parálisis cerebral con el contrapunto de un tipo obviamente
poseído que con voz de exorcista masculla palabras de desaliento.
Pido perdón por negarme a creer que necesitemos que nos
sugieran la existencia de un ser sobrenatural malvado para que reaccionemos y
nos acordemos de que ‘somos más’ y que unidos podemos hacer el bien.
Pido perdón con rabia y tristeza
ante la brutalidad con la que insinúan ( y esta insinuación es lo que a mi
juicio se recuerda del anuncio) que el chico afectado por parálisis cerebral
‘no se entera’ de los cuidados que recibe de parte de un profesional de
enfermería o un familiar.
Pido perdón -¡cómo no!- a los
familiares de los afectados que dedican cada hora, día, mes y año de sus vidas
a atender a sus queridos siempre-niños, y que podrían haber propuesto otras
imágenes mucho más positivas para llamar la atención sobre una obra social.
Te pido perdón, y de verdad que
lo siento, Samir, porque un amigo como tú podría haber aportado a una causa tan
noble el momento del logro –por difícil mucho más dulce– de introducir una
cinta en su aparato de música obligando a sus dedos a vencer su espasticidad,
para así transmitir la importancia de apoyar a quien más lo necesita y la clara
perspectiva de que ayudándole nosotros conseguirá avances aunque sean pequeños.
Claro que a esa imagen le faltaría la dosis de horror llamativo y publicitario
que según algunos los demás necesitamos para prestar atención a los
discapacitados.
Dorotea Fulde Benke
Estimada Dorotea, en muchos casos los publicistas tienen crisis de creatividad y aún así emplean la poca dosis que tienen en mostrar poca profesionalidad. Le quedamos muy agradecid@s por su carta a este diario, y que trataremos de difundir para concienciar a la sociedad de que cualquier mensaje no vale. Y sobre todo a un colectivo bastante vulnerable.
ResponderEliminarAtte.
La secretaria de redacción.
No conozco la campaña que citas (creo que por suerte para mi). Sin embargo y por mi cercanía con personas con discapacidad intelectual por un lado NO COMPRENDO y por otro DESCONFÍO (¿abomino?) de las campañas que usan a estas personas.
ResponderEliminarEl problema no es de dinero, pero son imágenes que venden muy bien.
Para terminar con humor, hoy ha publicado el Mundo Today que un bebé ha logrado recaudar 40 millones de euros usando la técnica del puchero (las noticias de El Mundo Today, evidentemente, no son reales).
Un abrazo.
¡ESE ES EL PODER DEL DINERO!¡Qué asco!
ResponderEliminarEl impacto publicitario es así y de ello dependen los resultados de las grandes empresas que no dudan en ello... ir directamente al corazón del televidente suele llevarte directamente a su bolsillo, en el fondo no deja de ser una manipulación de masas con un fin económico.
ResponderEliminarBesos
Recortes, Despidos, Corrupción, Comisiones, Asesinatos, Publicidad... Hay lago hoy, que se libre de la codicia y la la falta de respeto de los poderosos. Ni siquiera podemos intervenir en aquello que alcanzamos con la mirada. Pero... denuncia que algo queda.
ResponderEliminarBesos
Pidamos perdón a los afectados por permitir que estos casos se den sin ponernos todos a la acción, a publicitar su mala acción, a denunciar, a anti-anunciar...
ResponderEliminarUn beso y un cafelito