No me arranques la máscara de ese teatro cotidiano. Detrás está mi persona, mi esencia compuesta por un sinfín de facetas que no se corresponden con lo que aparento ser. Mientras actúo y repito el papel que en su momento aprendí de memoria, mis tentáculos invisibles vuelan a muchos metros de distancia de mi sensor principal capaz de registrar millones de olores por segundo, de procesarlos y crear para mí el mapa olfativo de mi entorno. Avanzo entre nativos y visitantes bípedos que me observan desde las cuencas de sus ojillos miopes. Choco contra manos sólidas que me ofrecen un saludo. Me despido encantada cuando logro huir de sus aromas cargados de emociones. Cuando regrese tendré que explicar cómo son los de aquí. Todavía ni he empezado a entenderlos.
Si aún no nos entendemos nosotros...cómo esperar que ese "alien" logre interpretar nuestra naturaleza! jejejeje
ResponderEliminarMe alegra que hayas decidido sumarte a nuestro jueves, Dorotea. Me demoré un poco en subir tu máscara, pero ya está todo en orden!
Un abrazo.
¿Cómo nos verían los marcianitos de existir? Vete a saber, raritos seguro porque lo somos. Muy olfativo tu cefalópodo visitante, que no se quite la máscara que igual nos lo comemos al estilo galego. Corto, genial, divertido.
ResponderEliminarBesito contento.
Bien pensado, vistos desde fuera tenemos que ser cuanto menos peculiares por decirlo de algún modo. Un original y entretenido relato. Un beso.
ResponderEliminarBien expresado Dorotea, si nosotros mismos no hemos sido capaces de entendernos en nuestro reducido mundo en siglos nada mas que por la fuera, dificilmente nos podrán enteder en el caso de que fueramos observados desde fuera.
ResponderEliminarUn abrazo
Y quién puede entendernos? Si ni nosotros mismos lo hacemos!!!
ResponderEliminarSomos un desafío imposible de concretar.
Muy buen relato con un tema original.
Un abrazo.
Sin tener claro quién narra, me ha parecido muy interesante un "observador" que "huele" las emociones y no quiere mostrar que hay detrás de la máscara.
ResponderEliminarUn saludo
ibso
Tiene magia este relato,incapacidad de entender afectos, percepción de los sentimientos por el olfato.
ResponderEliminarMe gustó, saludos.
Entendi que era alguien de otro planeta de otro lugar que usaba máscar para no ser descubierto y que por ella no podia tampoco entender ni mostrarse, pero en realidad ¿quien entiende a los humanos?
ResponderEliminarOriginal.
Un abrazo.
Gracias por vuestras visitas... seguiré olfateando vuestros relatos... Ay, que se me está cayendo la máscara... GULP
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