Lazos de acá, raíces de allá, en medio el intento de fijar con palabras, pinturas y arcilla, impresiones y momentos para recordar y compartir.
jueves, 13 de septiembre de 2012
De ojos y dientes
DE OJOS Y DIENTES
-Nunca dañaría un pelo de tu cabeza, -dijo el peluquero al dentista calvo mientras le abrillantaba el cráneo mirando de reojo y con gratitud la dentadura postiza seminueva que le había traído de regalo.
El odontólogo se despidió con una sonrisa entrecolmillada y se fue a la óptica de su amigo Leoncio, dos calles más abajo. Mientras regateaban sobre el precio del próximo empaste, el oculista le sacó el ojo de cristal, lo baño en agua de rosas, lo secó con un paño de lino perfumado y se lo volvió a poner...
No se me ocurrió otra cosa.
Los tiempos que corren no me inspiran venganza.
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jajaja no sólo me ha hecho gracia el giro que le diste al tema y la manera de narrarlo, sino que al final me ha divertido también tu lapidaria frase final a manera de justificativo!
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues el giro que le das, más allá de las vendettas, le da un aire genial al relato. A mi me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues Dorotea te ha salido una venganza de lo más divertida. Es una venganza llena de favores.
ResponderEliminarUn abrazo
Una venganza donde por suerte nadie sale herido, ni derrotado. Saludos Dorotea
ResponderEliminarGenial tu venganza y tu forma de materializarla!
ResponderEliminarMuchas gracias por estar con nosotr@s este jueves.
Un beso.
Más que una venganza estamos ante una cadena de favores donde, eso sí, ojos y dientes están magníficamente presentes.
ResponderEliminarAgudo y ocurrente tu relato para esta semana.
Un abrazo.
Generosos trueques, tu me das yo te doy, así sin venganzas,me gusto tu visión Dorotea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y una mano lava a la otra. Me recuerda al club del trueque que se había instalado por acá hace unos años. Uno daba y recibía.
ResponderEliminarMuy original Dorotea.
Un beso.
Sigo a Sindel, esa clase de retribuciones en especie son geniales. Ahora que con el matiz de venganza todo tiene otro color,, un color inquietante.
ResponderEliminarBeso, Dorotea.
Se disfruta igual Dorotea, uno retribuye al que viene, no hacia atrás.
ResponderEliminarBesito