BELEN 2020
El montaje del Belén casero se presenta en 2020 como una mezcla de ejercicio matemático compuesto de premisas complejas y normas tendentes a lo absurdo.
El núcleo del montaje, Jesús, María y José, son 3 personas que tradicionalmente forman 1 unidad familiar y se contabilizan como tal. La procedencia de los padres es Nazareth, demostrable mediante una tabletilla que obtuvieron en el último censo efectuado por los opresores romanos. El niño sin embargo nace en Belén con lo cual tiene otro domicilio y si profundizamos, su procedencia resulta tan poco clara (madre virgen, paternidad repartida, etc.) que es cosa de fe, pero para facilitar la tarea digamos que es el primogénito de la pareja formada por el carpintero José y la Virgen María, de profesión sus labores.
No sería un Belén sin pastores (2 como mínimo), que aunque cuiden a un solo rebaño de ovejas que se sepa no tienen parentesco entre sí ni tampoco ningún domicilio en común ni tampoco no confesaron nunca compartir el mismo armario.
Otro plato fuerte son los 3 Reyes Magos con procedencias tan dispares como indican los colores de su piel y sus ropajes. (Estamos dejando fuera desde un principio a sus séquitos imposibles de rastrear en cuanto a sus pueblos de origen por tratarse de esclavos comprados en mercados de distintos países.)
Hasta aquí hemos contabilizado a 8 personas de 6 unidades de convivencia que debemos reunir en un espacio reducido y no me hablen de distancias mínimas de metro y medio cuando muchos Belenes deben arreglárselas con un tablero que no llega a tener un metro cuadrado siquiera.
Si a pesar de los pesares quieren seguir adelante, y después de consultar a altos cargos de los ministerios competentes, podemos ofrecerles una solución algo complicada pero viable:
Que los 3 Reyes Magos no hagan acto de presencia antes de la madrugada del día 6 de enero, y ya el día 5 por la tarde hay que mandar a sus casas a los 2 pastores, ovejas incluidas. Eso sí, anotando nombres, domicilios, fechas de llegada y de salida para que todo tenga su orden y esté documentado.
Una vez repartidos estratégicamente los dispensadores de desinfectante por las montañas y valles de nuestro decorado, solo quedará marcar con cintas de color la distancia mínima a mantener del pesebre y los sentidos de entrada y salida.
Quien prefiera dar un toque más realista, y siempre de acuerdo con la altura de las figuras de su belén, puede dejar las tareas de control en manos de policías de Playmóbil o de uniformados de acción tipo Madelman, o también de Ken, el amigo de la Barbie, pero eso ya es cuestión de gustos.
Y hablando de gustos, espero que a nadie le parezca de mal gusto que haya intentado sacarles unas sonrisas con un tema tan delicado... Acuérdense de que el humor es una vitamina que si no cura, alivia.
Los demás monólogos los encontrais en el blog de Juan Carlos.
Bravo por este monólogo, que bien lo has contado y lo has repartido. La verdad que visto desde ese punto vista lo tenemos muy complicado.
ResponderEliminarUn abrazo y unos felices sueños.
Totalmente de acuerdo; que no nos falte el sentido del humor. Como dices, no cura, pero es un buen remedio para mitigar los efectos de esta situación que estamos viviendo.
ResponderEliminarBuenísima tu participación. Hay momentos que se siente hasta el agobio, jajaja.
Un placer leerte.
Abrazos, y feliz noche.
Con las pautas que das ya estoy lista para montar el belén. Tu que sabes tanto de esto, José murió antes que la Virgen ¿que hizo ella con la carpintería, la vendió o la traspasó? Abrazucos
ResponderEliminarjaja. Pero qué bueno. Un monólogo encantador, y como dice Ester, ¿Qué hizo María con la carpintería tras la muerte de José? :-)
ResponderEliminarUn abrazo
jajajajaja ya veo que cuentas con muy buenos recursos
ResponderEliminara la hora de montarte el Belén. Y ya as calentando motores :-)
Besotes
Interesante y muy actual, como todas las actividades se han complicado. Interesante planteo.
ResponderEliminarTambién puede ser algo contemporáneo, que los reyes, pastores aparezcan en forma virtual, remota.
Es bienvenido lo que sea para sacar sonrisas.
Besos.
Es buenisimo!! Y es que las restinciones se respiran hasta en los belenes. Besos
ResponderEliminarJaja brillante! Ingenioso sentido del humor que evidencia el momento en que todos nos sentimos tan descolocado como desprotegidos, al punto que ya perdemos en sentido del por qué y del para qué. Me has hecho divertir 😊 se agradece 😉
ResponderEliminarNo, que va a parecerme mal, está muy bien y me has sacado una sonrisa. Estaba intentando un monólogo criticando la proliferación de normas, que no he llegado a terminar y recuerdo una anécdota con esto de la COVID, que era como puede ensayar una banda de música, tela, porque hay normas específicas para ello, pero además se cruzan otras cuantas más, como las que regulan el local de ensayo...
ResponderEliminarPues nada, habrá que pagar horas extra a los Playmobil policías, que van a tener duro trabajo y poco descanso.
Muchas gracias por tu monólogo. Besos.
Me descubro ante tu originalidad y tu sentido del humor y te aplaudo con todas mis fuerzas: PLAF PLAF PLAF
ResponderEliminarMe ha hecho pasar un rato estupendo y si me lo permites se lo voy a mandar a mis nietos que en su casa son muy de Belén.
Montón de besos y agradecida por este rato.
Hola Doro! paso a recordarte que esperamos tu propuesta para el próximo jueves
ResponderEliminar=)
Gracias, Mónica, voy a subirla ya. Un abrazo
EliminarVa usted en el buen camino para Nochebuena. No se olvide la mascarilla :)
ResponderEliminarBss.
A mí me ha parecido genial tu monólogo que por lo menos no falte el sentido del humor en estos días, muy ingenioso.
ResponderEliminarBesos.