miércoles, 15 de abril de 2020

LA HIJA PERDIDA





LA HIJA PERDIDA

Afrodita llegó a Mara Verso cabalgando sobre un rayo oculto tras una nube tormentosa.  Acababa de ganar en Hellas el famoso concurso de belleza pretendiendo conseguir el amor de Paris pero este se enamoró de Elena de Troya y el resto es historia o casi.

La diosa aterrizó en un laberinto tenebroso donde Atalanta y Duality se estaban entrenando en artes marciales. Sorprendidas en una postura de lucha que bien podría interpretarse como forcejeo erótico, las dos miraban a la hermosa mujer que se materializó delante de ellas sin armas ni armadura pero cuya presencia dominó al instante el escenario.

-He llegado a vuestro arcáico mundo en busca de una hija mía cuya identidad me fue ocultada por una diosa vengativa. ¿Sabéis quiénes fueron vuestras madres?

Duality recogió sus bártulos y se fue sin mediar palabra, pero Atalanta clavó su mirada de acero en los temibles ojos brillantes de la diosa.

-No tengo parientes, -dijo con voz contenida que sin embargo tenía matices de amenaza- ¿Quién sois? ¿Qué me aportaríais como madre?

Afrodita no estaba acostumbrada a ser interrogada pero en la altivez e impertinencia de Atalanta creyó reconocerse a sí misma. De modo que se dignó a contestar:

-Soy la Diosa de la Belleza de un mundo llamado Hellas en el cual está germinando la semilla de la cultura de incontables pueblos del futuro. Ser mi hija os traería fama e inmortalidad. A cambio me deberíais amor filial, respeto, obediencia...

Atalanta no dejó que continuara. Cogió su hacha mortífera y se dio media vuelta lanzando su respuesta por encima del hombro mientras se alejaba.

-Todavía no he descubierto mis límites, lo cual equivale a ser inmortal, y para fama prefiero la mía propia forjada en aventuras y cantada por el poeta Demiurgo de Hurlingham. Os deseo buen viaje de regreso a vuestro mundillo helénico y que encontréis a una hija maleable a vuestro gusto.

Y como era su costumbre desapareció con tanta rapidez que Afrodita no pudo ni lanzarle una maldición. En total, aquella visita fue una experiencia frustante para la diosa.


Otras visitas de Afrodita os esperan en la casa de Demiurgo.




12 comentarios:

  1. Acabo de descubrir que este jueves Afrodita viaja por los blogs con personajes de Demiurgo, soy muy despistada, has tejido una trama magnífica. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Tu relato ha sido bien encaminado a visitar todos los personajes de Demi y esa Afrodita altiva tan bien probo de su medicina ..me gusto como fuiste enlazando muy bueno .
    Un abrazo .

    ResponderEliminar
  3. Jajaja. Toda una actitud rebelde. Que personalidad la de Atalanta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. pensé que la hija era Mara! pero no, la protagonista fue Atalanta en esta oportunidad... saludos

    ResponderEliminar
  5. Has usado varios personajes del Mara-verso, muy bien tramado.

    Un abrazo y por un jueves bonito, con heroínas y deidades flotando por el ciberespacio

    ResponderEliminar
  6. Me pareció muy original que Afodita buscara a su hija por los Mundos
    perdidos no de Dios, sino del Demiurgo, Dorotea. Noto fuerza en tu
    caracterización de Atalanta y Duality, lo mismo a Afrodita y como las
    tres son personajes femeninos, me ha gustado eso mucho.

    Me quedé con ganas de más. Se me hizo breve tu relato.

    Besotes

    ResponderEliminar
  7. Sin duda alguna Afrodita encontró la horma de su zapato.

    ResponderEliminar
  8. En ocasiones, encontramos la horma de nuestro zapatos. Aquí, la diosa se encontró algo que no esperaba pero me pregunto, ¿cejará en su empeño? Con su altivez y orgullo dudo que deje las cosas así :-)

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  9. Jaja estupendo, Dorotea! Divertido, ingenioso y muy bien narrado. Ha sido un placer leer esta aventura de la diosa dentro del universo de nuestro amigo demiurgo. Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Jajjaja que entretenido tu relato, me he divertido leyendote.

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  11. Es buenisimo, vaya genio el de Atalanta! Y Afrodita se quedó compuesta y sin hija... Besos.

    ResponderEliminar