EL BUSTO DEL REY
Finalmente habías vuelto de tu mítico viaje cantado por Homero, y a tu regreso espero que no consintieras que Penélope tocara más telares, sino que tu presencia llenara sus ojos de alegría y odio, de lágrimas y de desesperación por tu tardanza y tus aventuras inmortales, por lo que contarías y también por tus silencios sumergidos en recuerdos innombrables.
Un artista anónimo captó la belleza irrepetible de tu rostro, la de un ser entre hombre y dios. Y cuando partiste a otro viaje, ese ya sin vuelta, cruzarías el Hades despertando del letargo de la relativa paz terrenal para enfrentarte a la ira de las sombras a las que en su momento supiste engañar.
Hace 44 años tu busto retó en el Ágora de Atenas el deseo y las añoranzas de esta mujer actual aunque la frialdad de su mármol negara con cinismo cualquier posibilidad de pasión.
¡Hasta siempre, Rey de Ítaca! Tendré que buscarte en otro plano y estoy casi segura de encontrarte.
Otras esculturas en el blog de Inma
Te dejo un enlace por si te sirve este busto: http://agenda.obrasocial.lacaixa.es/-/mediterraneo-del-mito-a-la-razon
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias. Un beso
EliminarUna interesante historia. Allí estaba Penèlope esperando siempre a su hpgran amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me haces dudar, al leerte, entre la realidad y la literatura.
ResponderEliminarDe cualquier manera, no creo que ninguna Penélope tenga que esperar tanto, por muy Odiseo que se sea.
Un beso.
jajjaja me dio risa el comentario de Juan L...Yo creo que por amor una se convierte en Penelope...o en Naurticaa...Aunque a veces hay esperas que desesperan...besoss
ResponderEliminarTú y yo estamos a vueltas con la familia mítica.
ResponderEliminarMe encantó esta historia, un hombre que se va a luchar contra todo, una mujer que espera más allá del tiempo, algún encuentro, muchas despedidas.
ResponderEliminarNo sirvo para ser Penelope, me mata la ansiedad.
Un abrazo.
No ha hecho falta verlo...nos lo has presentado a través de tus palabras y pensamientos.
ResponderEliminar=)
Pienso que estubo en un viaje constante, era el viaje de su vida y que a Penelope por amor le toco la parte mas dura: la de esperar. Besos.
ResponderEliminarPienso que estubo en un viaje constante, era el viaje de su vida y que a Penelope por amor le toco la parte mas dura: la de esperar. Besos.
ResponderEliminarCuántass veces hemos sido Penélopes esperando a nuestro Rey... a veces vale la pena, otras no.
ResponderEliminarUn beso.
Esas historias han inspirado al arte, como la escultura.
ResponderEliminarBien planteado.
Y hubo un día en el que Penélope dejó de deshacer sus puntos y no volvió a mirar al mar.
ResponderEliminarUn beso.
Lo de Ulises es una versión primitiva de lo que hoy en día sería tomar las de Villadiego. Nadie debería aguantar tanto una ausencia cuando esta es por diversión aventurera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena evocación!... me encantó leerla.
ResponderEliminar=)