EL DOBLE SENTIDO
Un día pasé con mi hijo delante de un Burger King que acababa de subir el cierre metálico. Todavía no era ni medio día y no había nadie dentro. Para hacer tiempo senté a mi niño en uno de los tres caballitos del pequeño tiovivo que se encontraba delante del local. Ante la mirada expectativa de mi hijo apreté varias veces el botón de Start de la columna central pero la maquinaria no se puso en marcha, ni se encendieron las luces ni tampoco sonó la música.
"Jo, mamá, ¡dile al hombre que lo ponga!" Apenas tenía tres años pero sabía muy bien lo que quería.
Pensando que era muy temprano empujé con cierto reparo la puerta y entré para acercarme al mostrador cuando de repente se incorporó detrás del mismo un hombre joven muy guapo. Como me sonrió con algo de burla, quise aparentar una soltura que no tenía.
"¿Le funciona el chisme?" le pregunté con desparpajo y chulería.
El joven abrió unos preciosos ojos azules, miró hacia abajo, se tocó levemente la cremallera y dijo: "Pues sí, pero, ¿y el niño?"
Nos miramos extrañados y cuando comprendí lo que él había entendido, me puse como un tomate. No creo que en toda mi vida haya vuelto a sentir tanta vergüenza...
Sin embargo logré decir con la voz casi firme: "Me refiero al tiovivo. ¿Puede ponerlo en marcha?"
Claro que lo puso y además con una sonrisa diabólica mientras yo salí corriendo. Cogí a mi niño que se resistía y me fui. Incluso cambié nuestra ruta diaria por no pasar más por ahí.
Y no he vuelto a ningún Burger King por mucho que me insistiera el niño.
Jaaaa , me encanto ese toque sensual ainsss que bueno, imagino la cara de poema y el chico muy lanzaillo ...
ResponderEliminarRelato con alegría para el cuerpo ajjaja. Un abrazo
Hola, Dorotea. Te dejo mi aportación. Besitos en la distancia:
ResponderEliminarhttp://alfredo-laplazadeldiamante.blogspot.com/
Jajaja, esa es una manera de meter la pata con gracia. Abrazos
ResponderEliminarJajaja qué buena anécdota Doro! Me imagino la cara roja de vergüenza. Yo hubiera hecho igual. No pasaba nunca más por alli😃. Un abrazo 😊😚
ResponderEliminarNo funcionaba el "chisme", pero funcionó "el aparato".
ResponderEliminarBesos.
jajaj, el chisme no funcionaba, o sí. Yo no sé si habría cambiado de rumbo. :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Está claro que cada uno entiende lo que quiere. Las segundas acepciones llevan a estos caminos.
ResponderEliminarSoro, no sé todavía si me dará tiempo a participar entre hoy y mañana porque no me ha venido la inspiración.Pero os leeré.
Un beso enorme.
Jajá, imagino la situación.
ResponderEliminarFue similar cuando Peces Barba le dijo a Boyer "creo que no le funciona el aparato", en pleno debate en las Cortes, para jolgorio de diputados y luego del público en general.
Imagino y comprendo la vergüenza que debiste sentir. Un abrazo, querida Dorotea.
PD, estoy en ello, no sé si podré participar.
El problema es del hombre ese.Se ve que le falta. Pero me recuerda una anécdota mía de joven en Israel, cuando recién aprendía a hablar hebreo: Fui a una confitería y al pedir el desayuno pregunté "¿Tiene Ud. huevos?", a lo que el mozo me respondió. "Sí, ¿Quiere que se los muestre?" Y ambos largamos la carcajada.
ResponderEliminarBesotes
No puedo participar (uno, por falta total de inspiración y dos, porque estoy a full con mis nietas estos días festivos de encierro) peor muchas gracias por tu convocatoria y anfitrionazgo.
Jajaja qué bueno!!!!
ResponderEliminarSeguro que era de por aquí abajo porque utilizamos mucho esa palabra jajaja
Jajajaja...buenísimo...da igual la hora y el momento...es cierto eso de que cada uno entiende lo que quiere. Menuda situación.
ResponderEliminarBesos y gracias por llevar la convocatoria
Todo un mal entendido.
ResponderEliminarUn abrazo.