Lazos de acá, raíces de allá, en medio el intento de fijar con palabras, pinturas y arcilla, impresiones y momentos para recordar y compartir.
viernes, 26 de octubre de 2018
DANZANDO HASTA QUE SE CANSE LA LUNA
Anochece en una fábrica abandonada. Una luna gigante se desprende del contorno del tejado. Hay charcos en el patio de la fábrica. Cada charco refleja una luna y en cada charco hay una persona inmóvil. No se ven detalles, solo sombras. Comienza a sonar un violín tocando un baile húngaro.
Las figuras inician su danza al son de la pieza, se mecen y giran, levantan los brazos, pisotean el agua. Los reflejos de la luna se rompen. La melodía incrementa en rapidez y así los movimientos de los bailarines. Se suceden temas cada vez más salvajes y ya es imposible distinguir entre las figuras, sus ropas oscuras y ligeras y las sombras que bailan en el suelo.
De pronto oscurece la faz de la luna. Hilos de nubes negras envuelven y tapan parte de su cara luminosa y brillante.
Con un tono agudo se calla la música, los bailarines saltan fuera de sus charcos. Al rato, cuando despejadas las nubes la luna vuelve a mostrarse entera, se la ve muy pequeña y perdida allá en lo alto del cielo.
Aparecen los títulos:
DANZANDO HASTA QUE LA LUNA SE CANSE
La película según la imaginación de cada uno...
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Qué bella imagen nos has descrito, Dorotea! mágica y poética la imaginación se nos pone a danzar también sobre esa luna tan particular, como embrujada. Nos despierta también mayor inquietud el hecho que sea en el patio de una fábrica donde se da ese encuentro. Muy sugestivo. Muchas gracias por sumarte a mi propuesta. Un abrazo
ResponderEliminarCuanta imaginación en tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Donde estan los bailarines? Muy original.
ResponderEliminarBeso de dnaza.
Intrigante danza casi fantasmal… Buena trama que da la opción a imaginar entre sombras y lunas… Muy visual y misterioso a la vez…
ResponderEliminarUn placer leerte, Dorotea.
Un abrazo, y feliz finde 😘
Una danza casi invisible pero quien la danzan saben que la luna es su mejor espectadora ..
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Imagino las figuras danzando y pisoteando el agua.
ResponderEliminarQué bueno tu relato juevero.
Un beso.
Una danza... un ritual... un momento escénico genial.
ResponderEliminarBss ;)
Y aparecen los títulos, toca levantarse y salir del cine, es el momento de comentar, de proponer finales, de cavilar donde estan los bailarines, por que la luna se cansó. Muy visual el relato. Abrazos
ResponderEliminarHemos coincidido en la selección del título aunque luego el desarrollo ha ido por otros derroteros. Esa es la grandeza el lenguaje.
ResponderEliminarUn beso
Qué onírica entrada, que´potencia de inicio visual. Precioso post, mágico en sus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Es una danza como de seres especiales, como si las estrellas tuvieran el poder de bajar de su pedestal y dedicarse a disfrutar de un sencillo charquito.
ResponderEliminarMuy bella exposición, Doro.
Un beso enorme.
Pues buen inicio para una pelicula musical, y con su parte de magia. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarUna danza frenética y sanadora podriamos decir?, de un bailarin y la luna mágica que se replica tanto como los charcos. Hermosa fantasía!
ResponderEliminarAbrazo
ResponderEliminarHola Dorotea,
Una muy buena escena cinematográfica de figuras danzantes pletóricas de poses rebosantes y de movimiento y plasticidad.
Abrazo
Y la película continua en la imaginación de cada uno al salir de la sala.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha encantado, que relato tan original y tan bonito de imaginar.
ResponderEliminarMuchos besos.