lunes, 3 de noviembre de 2014

MONÓLOGO DE UNA PIEDRA (Y 2)





La romería me pasó por encima.
Vi cosas que no debo contar,
sentí las pisadas de los bueyes,
y el roce de volantes enlodados…
La mandíbula la llevo caída,
no sé si de burla o de susto.
Solo pido que la misma mano
retire las piedras que por gusto
me puso de ojos
intentando en vano
hacerme disfrutar

2 comentarios:

  1. Espero que sea ficticio el tema ¿no?

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  2. Es la misma piedra de mi jueves "No te vayas a quedar...". Está -¿estaba?- en el pinar donde se celebra la romería, y días después me la encontré con la mandíbula caída (véase arriba). Ahora ha llovido y la piedra ha desaparecido. Supongo que ha vuelto a su mundo de rocas y arenas...
    Un abrazo

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