domingo, 16 de diciembre de 2012

NAVIDAD Y BUTIFARRA




NAVIDAD Y BUTIFARRA

La última butifarra que llegó al almacén tenía planes, y no precisamente de ser devorada. Con disimulo intentó rodar hacia un rincón pero en seguida se dio cuenta de que no avanzaba y mientras se agitaba en vano, notó que algo la hacía ascender, un entrepaño, dos, tres… hasta el borde superior de una estantería. Ahí estaba sentada la Navidad que la había izado tirando del cordel rojiblanco de su extremo inferior. 

La Navidad tenía unas piernas delgadas cubiertas de corteza de pino; manos hábiles con dedos largos de carterista, ideales para envolver paquetes y atar lazos; su cuerpo parecía una tarjeta de crédito, o sea, rectangular y flexible. Subiendo, subiendo, la butifarra llegó a la altura de la cara de la Navidad que la observaba con sus inexpresivos ojos de pasa ciruela. 

A continuación, y ante la desesperación del embutido, la Navidad abrió su boquita de ángel para dar el primer mordisco, pero nada más despegar sus labios se le escaparon unos cuantos villancicos de los de siempre, todos al mismo tiempo y sin orden ni concierto. Inmediatamente le chistaron desde otras estanterías: el Conejo de Pascuas le tiró sin acertar unos huevos rancios, San Valentín amenazó con lanzar un disco de saetas, y el Día del Padre avisó de que le sobraban corbatas para estrangularla si no se callaba.

 La Navidad, asustada, olfateó el cuerpo orondo de la butifarra, eso sí, a boca cerrada. Sin embargo, el aroma del relleno elaborado con esmero, sazonado con canela, curado en óptimas condiciones, la aturdió. Volvió a entreabrir la boca, pero solo tuvo tiempo para un “Campa..” antes de que el Cumpleaños Feliz la hiciera caer de la estantería incrustando en su nuca una tarta de yema quemada con fecha de caducidad pasada.


Aquel año en Nochebuena, todos comimos butifarra porque no hubo polvorones.


2 comentarios:

  1. jajaja después de verificar qué corchos era una butifarra me animo a acotar que por aquí este cuento navideño podría haber sido protagonizado por un salchichón o una mortadela jejeje
    Un abrazo!

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  2. ¡Horror! Vaya universo de fiestas que has creado. Horror para mí, supongo que para algunos será un paraíso. Y la historia muy divertida, aunque me dió lástima que esa butifarra no pudiera eludir su destino.
    Besos.

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