Lazos de acá, raíces de allá, en medio el intento de fijar con palabras, pinturas y arcilla, impresiones y momentos para recordar y compartir.
jueves, 29 de noviembre de 2012
A LA LUZ DE UNA VELA
A LA LUZ DE UNA VELA
Cuando encendimos una vela, toda la casa quedó bien iluminada: su mesita algo torcida, los taburetes que aún olían a pegamento; en un rincón, la cocina con el horno de papel charol y en otro, una cama cuya colcha había visto tiempos mejores como pañuelo de bolsillo... La luz nos permitía ver todos los detalles y nos maravillamos ante los imprevisibles movimientos de las sombras de aquellos diminutos muebles de cerillas y cartulina.
El armazón exterior era una caja de zapatos de la que habíamos recortado una puerta y dos ventanas. En el jardín, o sea, sobre el mantel verde que cubría nuestra mesa de verdad, colocamos como árbol una maceta de violetas africanas. Eran las flores favoritas de mi padre. Todavía hoy, cuarenta años después de su fallecimiento, basta con que encienda una vela o vea esas violetas para recordarlo más vivo que nunca.
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Eran otros tiempos en los que había lugar para que nuestros padres y abuelos dejaran su impronta en la vida de los hijos y nietos, a la luz de una vela.
ResponderEliminarPequeños detalles que nos traen grandes recuerdos!
ResponderEliminarUn beso.
Qué precioso homenaje!...qué bellos recuerdos!
ResponderEliminar=)
Esas casitas de cartón tan delicadamente decoradas... cuántos recuerdos traen. Es una muestra de que no es necesario comprar casas ya hechas a caros precios para deleitarse jugando -la creatividad debe ser alimentada también!...
ResponderEliminarSeguro que esa vela dio luz a muchos y bellos recuerdos.
Besos: Gaby*
Todo un detalle para tener hermosos recuerdos. Me ha gustado la dulzura del texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pequeños recursos que eran la más palpable manifestación de un tiempo en que el cariño, el amor, la complicidad eran la nota más destacada en las relaciones familiares. Tiempo en que los juegos no eran tan tecnológicos y avanzados como hoy, pero sí más compartidos. Hermosa añoranza la que hoy nos ofreces.
ResponderEliminarUn abrazo.
La luz como portadora del recuerdo, anamnesis. Sobre una llama baila el tiempo y cambia su cadencia, lo que fue vuelve a ser ante la pantalla de nuestra alma. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn beso
Un homenaje al padre que ya no está, emotivo Dorotea, el recuerdo y esa forma de contar suave.
ResponderEliminarUn beso.
Un relato en un lindo recuerdo
ResponderEliminarA veces una anécdota, por muy simple que parezca nos hace revivir momentos inolvidables para nosotros, y esa luz de vela te hizo recordar a tu padre.
ResponderEliminarEntrañable texto
Un abrazo
Hermoso momento el que vivieron. Emotivo homenaje el de hoy.
ResponderEliminarun abrazo
(y no soy un robot...! jajaj)
Gracias a todos y todas por vuestros comentarios tan comprensivos. Y gracias, especialmente, a Encarni por sugerirnos un tema tan rico en recuerdos y enfoques.
ResponderEliminarUn beso.
Llego medio tarde. Esa maqueta que sería una réplica del hogar. Hermoso relato muy vivo en recuerdos. Saludos Dorotea un placer leerte
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