EL MERCADER DEL TIEMPO
-No, señora, la mesa no está vacía. Es que usted no ve lo que hay. Y no es porque sea invisible. Buenas marcas deja en cuerpo y alma, aunque con usted haya sido clemente. Parece usted por fuera tan buena moza como es por dentro. … ¿Cómo dice? ... Váyase en paz y que se cumplan los deseos de su marido. No me calumnie, que no le he pedido nada.
…
-Muchacha, sí, tú, la de los ojos de gata. A ti te sobra, se nota. Eso es, acércate, no temas, no te voy a hacer nada. El mercado está lleno de gente, y tu madre o tu novio deben andar cerca, pues una prenda como tú no se deja sola mucho tiempo. … ¿Qué me cuentas? ¿Huérfana, en casa de la tía, y el novio de viaje? Oye, en casa somos cuatro, pero hay cinco catres. ¿Te animas? … Adiós, bella flor. ¡Que te vaya bonito, y que tu novio no resulte estar casado!
…
-Buenas, señor, sí, otra vez estoy por aquí igual que usted. He traído bastante variedad y de todos los colores. Elija.… ¿el azul? Ay, ¿todavía añorando la marina mercante? … ¿Cuánto? ¿Media hora? … Ah, si es más tiempo, se marea. Jeje, ¿no era Primer Oficial? Bien, le dejo navegando; ya me lo compensará cuando pueda, descuide. ¡Que lo disfrute!
…
-Otro día de mercado que ha pasado. Se nota la crisis: nadie tiene tiempo que perder. Apenas recojo minutos desocupados, cuartos de hora de charla superficial. A ese ritmo me voy a quedar sin mercancía, sin tiempo que regalar, yo, el mercader del tiempo.
Delicioso ese mercader del tiempo. Original, bien contado y con gran creatividad. Dorotea, me ha gustado mucho y he pasado un buen rato leyendote.
ResponderEliminarEnhorabuena. Besos
Caray! Qué imaginación!
ResponderEliminarMe estáis dejando aluciná.
Como dice María José, contigo se pasan buenos ratos.
Desde los mares de Extremadura, abrazos convertidos en minutos!
verdad, me falta tiempo, se me escurre en los puestos de este mercader, la atenciòn que le hes debido.
ResponderEliminarSì que ha habido gana de adquirir algo de los tonos del mando y la aventura, alguna vez.
Dorotea, buena relato. Mercader de tiempo, me subyuga esta metàfora.
Debe haber antecedentes literarios.
Tèsalo.
Hay alguien que vende tiempo por ahi? Necesito un kg ... no, un litro ... no tampoco; un año me parece mucho, una hora me parece poco. Un día tal vez, un día demás antes de partir. Hay trato?
ResponderEliminarbesos
jejjeje...muy buenas las ocurrencias de este mercader que tiene "verbo" para todo, según parece!!!jejeje
ResponderEliminarun abrazo!
P.D
esta semana no llegué a tiempo para participar, estuve terminando la trilogía que acabo de publicar.
Este mercader no se va quedar parado.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho .
Abrazos desde Malaga.
Ver el tiempo, no es fácil, a veces no se tiene tiempo o se tiene poco y se ve menos.
ResponderEliminarQue bueno tener un "mercader" que te lo muestre y lo ofrezca, que te lo venda o te lo compre, que te haga parar en el tiempo, para que con tiempo, lo adquieras y lo uses o no y con tiempo, tu decidas.
Genial, me llevo algo de ....
Un abrazo
nadie tiene tiempo que perder. Apenas recojo minutos desocupados, cuartos de hora de charla superficial.
ResponderEliminareste puede que sea el espiritud que cunda en los vendedores de estas tiendas apremiados por necesidades basicas,de lo contrario seguro,se rebuscarian de otra manera.
ramitos de cariños,hoy margaritas
Muy bueno el lenguaje utilizado, así es facil vender. La verdad que en el mercadillo que yo voy, más allá de guapa, cariño, o vociferar sus productos, no me encuentro.
ResponderEliminarUn beso
n0 se c0m0 l0 has hech0, d0r0tea, per0 la genialidad ha quedad0 a la luz.
ResponderEliminar¡t0ma alla!
medi0 bes0
Ya me dirás en que mercadillos te pones, que quiero comprar un poquito de tiempo para hacer "nada"
ResponderEliminarEl tiempo, es la mercancia mas vliosa del mundo!!!!
ResponderEliminarY lo has descrito ameno, y magistral.
Un besito
Gracias por visitar mi tenderete en el mercado de Mimí, a pesar de la mesa aparentemente vacía, no me puedo quejar por falta de público. Se me olvidaba comentar que ese mercader también vende frascos para embotellar buenos momentos y revivirlos en tiempos de apuro. Preguntadle por esos botellines de bienestar cuando lo veáis en cualquier mercado o rastrillo.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez no llegue a tiempo de decirte lo mucho que me gustó leerte...
ResponderEliminarNo!!! es tiempo.
Siempre hay tiempo para decir algo bueno: eres una artista de la palabra, hace malabares con ellas y en esas piruetas me entretengo mirandote.
Un besote enorme. Te extrañé estos días.
Me gustan los mercadillos, me gusta rebuscar y el ambiente, pero no sé regatear y me venden lo que quieren :(
ResponderEliminarUn abrazo