UN APUNTE ANTIGUO
El parque del castillo al lado del río aún me acoge con los brazos abiertos de sus árboles brindándome manos verdes de hojas incipientes. Hay un pabellón de baños escondido detrás de la arboleda. Qué pequeño se me antoja o ¿son los árboles que han crecido tanto? El pabellón siempre me parecía la máxima expresión del lujo: una casita coqueta con escalera exterior de mármol. Por los grandes ventanales se sigue viendo la pila adornada con figurines y mi fantasía coloca en su borde a unas chiquillas en ropa interior mojada. Peinan sus rizos con los dedos, cuchichean y hablan bajito pero aun así sus risas me llegan a través de los siglos. La más joven señala su barriga que se marca a través de la tela húmeda y pegada. Las otras dos se callan, cortada su alegría por lo que ha insinuado la menor. Ella se ruboriza y se desliza dentro del agua. Desde las copas de los árboles caen unas pesadas gotas de lluvia; cuando me seco la cara con un pañuelo y abro los ojos, ya no veo a nadie. El agua sigue alborotada y la lluvia arrecia.
Vuelvan con Maq
Un vista atrás donde aquello que te parecía inmenso ahora parece pequeño.Y sobre todo la imaginación que se desborda y desde esa ventana hace añorar a jóvenes que en la mente de él esta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Dorotea.
Entre tu imaginación y la que nos provocas el texto es una joya que nos hace cavilar. Un abrazo
ResponderEliminarUn ir hacia el pasado con la frescura de un dulce recuerdo. En tu caso ha sido la memoria visual la que te ha transportado. Lindo relato! un abrazo Doro
ResponderEliminar=)
Los recuerdos, poblando lugares vacíos.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando somos pequeños todo nos parece enorme y con el paso del tiempo los recuerdos se van alimentando de pequeños detalles que los engrandecen, pero en tu relato, esa visión de la adulta recordando la visión infantil queda bonita. Y esa lluvia, que no sé si son lágrimas, es el punto de inflexión, ese chispazo que la vuelve a la realidad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por sumarte a mi convocatoria y ya ves que siempre se llega a tiempo. Soy yo la que tiene unos horarios algo complejos y voy un poco mal leyendo y comentando pero poco a poco.
Nos seguimos.
Un beso enorme y que disfrutes del fin de semana.
Me quedo con la curiosidad de saber que le dijo a la chica que se ruborizó. Me gusta la complicidad que hay entre ellas.
ResponderEliminarBss.
Y tu prosa se convirtió en poesía.
ResponderEliminarMuy hermoso el relato.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Los recuerdos se llenan de poesía, cuando la nostalgia de la juventud llenan de bellas palabras los relatos.
ResponderEliminarBesos.
Está bien un texto antiguo para un jueves con regresos al pasado.
ResponderEliminarFunciona bien ese texto.
Un abrazo.
Hermosa evocación de recuerdos en una delicada prosa poética.
ResponderEliminarBesos y abrazos
que sutil transicion de tiempo, introducida explícitamente por la fantasía de la narradora. de pasado a "se siguen viendo", a presente siglos atrás, y final retornando al presentesin cambiar de tiempo verbal.
ResponderEliminaronírico, parece visto a través de un velo, hasta que la lluvia la despierta.
Besosss dorotea
Hola Doro! Paso a recordarte que te toca conducir el próximo jueves😉😙
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