EL PROFE
Un vodevil de caras me rodea cuando hago memoria pensando en mis profes. De pequeña me querían mucho, tan rubita y lista... Repetía como un loro las leyendas de santos, mi caligrafía era inmejorable, leía con auténtica ilusión y nunca daba problemas. Ay, me parece que me traicionan los recuerdos: esa alumna modelo no fui yo sino mi hermana mayor que puso en nuestra escuela el listón tan alto que para mí solo quedaban las cejas levantadas y las notas más bajitas. El comentario general era que nadie creía que yo fuera la hermana de la bonachona Gabi pero felizmente así es. Entonces como ahora me da buen ejemplo pero yo, caprichosa y rebelde, nunca llegaré a ser como ella.
De modo que durante décadas me llamaron "la hermana de Gabi" para luego pasar a ser "la novia de Rafael" y "la madre de Sergio", etiquetas como si no tuviera nombre propio.
En eso me apunté a un curso de escritura creativa y en pocos meses el profe, el profe de mis sueños, me rebautizó con mi propio nombre, y me apoyó de tal manera que empecé a escribir mis cuentos en español cuando antes los había traducido del alemán. Me acompañó en una gran aventura, la del Canal Literatura de Murcia, donde conseguí ganar un premio, contestó mil veces a mis preguntas y aclaró mis más de mil dudas...
Para mí es la personificación de un docente que se funde con el alumnado hasta que surja el momento de dar la lección, marcar la pauta y dejar al grupo trabajando y mejorando.
Y sigue con su labor... Lo podéis comprobar en cualquier momento:
Ramón Alcaraz García
http://www.tallerliterario.net//
¡Gracias por todo, Ramón, gracias, profe!
Siempre hay algún o algunos profes que nos marcan, dejan su recuerdo y nunca supe si eran ellos o yo porque al mismo profe unas compañeras lo odiaban. Un abrazos y disfruta de tu nombre jeje
ResponderEliminarUn buen maestro es el responsable de los que logras conseguir durante tu vida.
ResponderEliminarEl fué el que marcó el camino.
Besos.
Que lindo que tengas un Maestro que te ayudo a encontrar entidad propia, en realidad te abrió puerta y tu lo has logrado.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Muy bonito este relato, antes sin duda se involucraban más la enseñanza más allá de impartir clases con en manual.
ResponderEliminarUn saludo
Un relato lleno de nostalgia y ternura, cuando nos preceden hermanos mayores a veces es difícil estar la mismo nivel, pero cada uno tenemos nuestra propia esencia. Al igual que tu, la tienes y muy bella.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
En mi entrada de esta semana, me refiero prcisamente a esto. que un maestro con mano iquierda logra hacer de un chico normal un alumno de primera si se lo propone. Me ah ggustado muucho tu texto. UN abrazo.
ResponderEliminarSe me perdió el comentario?
ResponderEliminarups! bueno, lo repito. Decía que un buen maestro merece ser nombrado para que todos sepan su buen hacer. Un abrazo Doro!
ResponderEliminar¡Qué historia más bonita, Dorotea! Y ese profesor que te impulsó a escribir *__*
ResponderEliminarGracias de nuevo por anfitrionar,
un besazo
Que motivador para un profesor escuchar palabras de agradecimiento y reconocimiento de sus alumnos. Lo mejor de la docencia, sin duda.
ResponderEliminarBss.
Jajaja, me reí a gusto con lo de la hermana de... la hija... la madre... Espero que te lleves bien con tu hermana...
ResponderEliminarMuy curioso lo del profe que se reunía con los alumnos a charlar y comenzaba la clase cuan o los veía predispuestos. Un sistema oríginal y genial
Ah, y la confusión del principio
Besossss Dorotea
Los mejores profes son quienes confían en las actitudes y talentos de cada alumno. Y no entran en comparaciones. Con treinta por clase es muy difícil, eso lo entiendo, pero qué bien que una vocación naciera de esas clases.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo vl
Muchas gracias, Dorotea. Yo he tenido la suerte de tener muy buenos alumnos, el trabajo y la constancia siempre tienen su recompensa, que es en primer lugar la satisfacción personal :)
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