LA VERDADERA HISTORIA DE (SAN) VALENTÍN
Cuando su madre estaba de parto, Miguel -cuya cabeza medía algo más de la media- se hizo de rogar.
-¿Qué pasa, doctor? -siseó la parturienta que se había preparado a conciencia para dar a luz y no comprendía el poco ritmo del asunto.
-Va lentín, va lentín... -contestó el médico apesadumbrado y se fue al cuarto de ahumados a fumar un cigarrillo.
Una vez en el colegio, resultó que Miguel, además de cabezón, no era de los más listos. Como el padre no cesó de interrogar al maestro sobre el desarrollo académico de su vástago, el tutor -con un gesto a medio camino entre la paciencia y la exasperación- intentó conformarlo:
-El chaval es voluntarioso, -dijo- pero va lentín, va lentín...
A estas alturas nuestro héroe ya tenía el mote más asociado a su persona que su propio nombre y eso no cambió cuando se echó novia que, reunida con sus amigas en charlas de tocador, lo elogió con fervor.
-¡¡¡Va lentín, va lentín!!! -Y ante la envidia de las otras, entornó los ojos y se rió por lo bajini. -¡¡Es un sol, ese Valentín!!
Sigan disfrutando en el blog de nuestro querido amigo Pepe
Este Valentin que nos muestras aún siendo cabezón logro que le hicieran un día para festejar el amor de los enamorados ..así pues feliz noche y recibe un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarJajajaja ahora lo entiendo todo.
ResponderEliminarGracias, eres la última a la que visito y me voy a la cama con una sonrisa, ya me gusta mas san Valentín. Abrazos
ResponderEliminarjajaa me encantó el original giro que le diste a tu aporte, Dorotea! Muy ingenioso. Un abrazo!
ResponderEliminarQue buena historia. Alguna virtud vio en él su novia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena sonrisa me has sacado de buena mañana
ResponderEliminarUn abrazo y por un viernes sin lentitudes, o sí :-)
Jajajaja! Que ocurrente tu relato. Se merece un aplauso. Me he reído de lo lindo.
ResponderEliminarBss.
El patito feo que se hizo un hermoso cisne negro.
ResponderEliminarMe encantó. Me lo he pasado en grande leyéndote, de veras.
Ingenio.
Un beso enorme.
Bueno, iba lentín, pero al final encontró su sitio en la vida, y lo valoraron como un verdadero cisne.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja, bien podría ser verídico 😁 Buena versión que me ha hecho sonreír. Un placer leerte, querida amiga.
ResponderEliminarAbrazo grande, y feliz finde 😘
Si tenía que tener otro sentido esta fiesta, ahora sí que sí jajajaja.
ResponderEliminarBravo Dorotea.
Besos
Que bueno! Y es que ¿Por que hay que tener prisas. Besos.
ResponderEliminarEn según qué cosas Dorotea no conviene ser lentín, que a poco que nos descuidemos nos veremos adelantados por la derecha y por la izquierda. Ingenio y humor están muy presentes en tu relato el cual me ha sacado una amplia sonrisa.
ResponderEliminarGracias por participar en mi convocatoria.
Un fuerte abrazo.
He vivido en la ignorancia :)
ResponderEliminarMe ha encantado, un beso enorme
Ya me estaba asustando...creí que narrabas el nacimiento de mi Miguel, que también fue cabezón....jajajajaja pero al menos por lo que se, no fue lentín para nacer...o si???...no se, al menos ya me dió un nieto...pero va lentín para el otro...creo que le voy a llamar desde ahora Valentín...jaaaaaa...besos
ResponderEliminarJajaja qué divertido tu relato, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.