Lazos de acá, raíces de allá, en medio el intento de fijar con palabras, pinturas y arcilla, impresiones y momentos para recordar y compartir.
viernes, 27 de marzo de 2020
NARANJA
NARANJA
Los colores llegaron muy pronto a mi vida.
En mi infancia dibujábamos mi hermana y yo con ceras y lápices y nuestros padres celebraban cada una de nuestras obras. Pero entonces el amarillo, el naranja, el rojo eran solo eso, colores para cubrir el blanco del papel y llenar hermosas formas imaginarias o copiadas de la realidad.
Ya en el colegio, vi por primera vez representaciones de cuadros famosos y estallaron en mi mente los tonos, los matices, las mezclas. Sobre todo el naranja saltó del plato de la naturaleza muerta de Cezanne y me despertó auténtica obsesión por conseguir algo parecido con acuarela, óleo o lo que fuera. La forma era sencilla, pero el calor cromático tan lejos de mi alcance...
Cuando vi el cuadro original en París, unos cuarenta años más tarde, cuarenta años pintando como autodidacta y conociendo el color del fruto cuando asoma entre las hojas del naranjo aquí en el sur de Andalucía, me emocionó profundamente y hasta la hora del cierre no quise salir del museo.
Casi al lado estaba colgada la iglesia pintada por Van Gogh, esa del cielo movido intensamente azul, otro icono de mi juventud, pero esa ya es otra historia.
Otras narraciones coloridas os esperan en el blog de Magade.
Hay colores que solos los más exquisitos maestros, con sus técnicas más personales y casi secretas, alcanzan lo más parecido a la verdad de la Naturaleza.
ResponderEliminarEl naranja es un precioso color y el de los que más aroma tiene.
Te agradezco muchísimo que hayas podido participar en la convocatoria y más en estos momentos.
Un beso grande :-)
Que bien contado.
ResponderEliminarUn buen aporte para este jueves.
Un abrazo.
El naranja un color vivo y de muy buenas vibraciones , es alegre por sí solo ..Debe ser emocionante cuando ves aquello que años antes habías pintado y coloreado ..Me gusto tu historia ..Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarColores que nos despiertan, el sentido de la vista, y luego las ganas de hacer cosas, porque el naranja es estimulante. Qué magia, amiga la de Cazanne.
ResponderEliminarUn abrazo y ole por tu post.
Apasionante ver parte de tu vida en un cuadro.
ResponderEliminarEn un sitio tan mágico como un museo.
Un piacere leerla
Baci
S
El naranja es uno de mis colores favoritos, Dorotea. Me gustó mucho tu elección y, ay, el final me dejó con ganas de saber lo de la iglesia jajaja
ResponderEliminarUn besazo
El naranja es tan alegre y tan lleno de vida como lo están tus palabras.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos.
Hay imágenes que nos impactan y se graban en la memoria, el naranja es un color hermoso y el cuadro que elegiste, también. Me gusta esa historia de haber podido concretar el deseo de estar cerca de lo que admirabas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay cuadros vivos, nos transmiten sentimientos y quisiéramos verlos cada día, a ti, bueno a nosotros nos ha permitido conocer pinceladas de tu vida. Un abrazote
ResponderEliminarA través de tu vida se ve la atracción que has sentido por los colores y la pasión que te te produjeron al verlos en los lienzos del museo.
ResponderEliminarLos caminos del arte para conquistarnos son insondables.
Me encantó.
Dicen que naranja es el color de la energía irradiada más pura... no sé si será cierto, pero es revitalizante y muy alegre y estimulante. Cezanne,un genio. besos coloridos!!!
ResponderEliminarEl naranja... creo que es un color que no va apreciado como se mereces, y pensar que está tan lleno de energía. Así como tu texto.
ResponderEliminarBesos.
Pinté mi dormitorio en Tel Aviv de color naranja, ahora entiendo porque, su aroma me ayuda a dormir. También a mi me emociona este cuadro de Cezanne que elegiste.
ResponderEliminarBesos desde Montevideo, con añoranza
de naranja pero, feliz de pasar el confinamiento con mi hija y 4 nietas.